Si hay alguna embarcación emblemática que haya unido Ibiza y Formentera en toda la historia, esa es la Joven Dolores. Se trata de un barco construido en Tarragona en 1965 y que entró en funcionamiento ese mismo año uniendo diariamente las Pitiusas. La Joven Dolores era un barco de madera pintado en blanco, con cubierta verde y borda roja. Una embarcación que se ha convertido en parte de la historia de las islas, dado que fue el primer ferry que permitía la embarcación de coches, en este caso tres vehículos en su proa.
La Joven Dolores tardaba 1h y 30 minutos en realizar el trayecto que ahora, los fast ferrys, tardan tan solo 30 minutos en realizar. No contamos con el dato de cuántos viajeros era capaz de transportar, pero lo que sí sabemos es que, coches, tan solo podía llevar tres. Y lo sabemos por las múltiples fotos en las que los encargados de La Joven Dolores tratan de introducir los vehículos sobre la proa del barco. Los hacían subir por una pasarela de madera, quedando perpendiculares al barco y siendo desplazados a pulso por la tripulación.
En 1995 La Joven Dolores fue reemplazada por barcos más rápidos y cómodos y desguazada en Dénia. Sin embargo, este icono de las Pitiusas sigue vivo en la historia de miles de personas. La Joven Dolores fue la puerta de entrada a Formentera de miles de turistas, fue testigo de nacimientos a bordo, historias de amor, conciertos… Incluso la cantante Christina Rosenvinge tituló uno de sus álbumes como ‘La Joven Dolores’. Todo un mito de nuestras querías Pitiusas.